miércoles, 12 de noviembre de 2008

La Mujer de Humo /
El Hombre de Carne

Él busca a la mujer de humo. Imagina su sonrisa en cada gesto, en cada palabra, pero no la ve. Recuerda sus ojos, aunque jamás ha mirado dentro de ellos, ni ha desentrañado los secretos que esconden. Cree oír su voz detrás de cada esquina, alejándose. Su pelo ondula como un fantasma huidizo, siempre unos metros más adelante, perdiéndose entre la multitud, como una ilusión apenas percibida que se desvanece cuando la miras durante unos segundos. Sobresaltado, la busca, adelantándose y apartando a la gente, aunque nunca la encuentra. La necesita. A veces, cree tenerla entre sus brazos, y se ilusiona. Pero al cerrar sus manos el humo se disipa y vuela, se deshace en volutas que revolotean cuidadosas, fomando remolinos.

Nadie puede atrapar a la mujer de humo. Ni siquiera las lágrimas pueden hacerla real.




Sarg

Ella observa al hombre de carne. Se recrea en las arrugas de su frente y se pregunta por qué se siente preocupado. Le mira a los ojos, deseando que por una vez se fije en ella, la sonría, no pase de largo. Su voz es un espejismo, un oasis difícil de distinguir de la realidad. Su espalda se dibuja tras las sombras, nítida como si descansara en una calle solitaria, como si el mundo estuviese parado y vacío, abierto solo para ellos dos. Respira hondo y le sigue, buscando sus huellas en la nieve de su vida, segura de que hoy no le dejará escapar. Le extraña. A veces cree que al fin se ha dado cuenta de que existe. Pero al verle frente a frente comprende que él sigue buscando aún.

El hombre de carne se resiste un día más: es tan real que se desvanece como lágrimas de humo entre la niebla.




Vir

2 comentarios:

AdR dijo...

Y este cuento todavía podría continuar...

Es como si hubierais escrito una parte de mi historia. He tenido una Mujer de Humo, así. Y he sido un Hombre de Carne, también así.

Y el humo y la carne no se pueden tocar el uno al otro.

Besos y abrazos para mi tandem favorito :)

MOIRA dijo...

Seria estupendo que siguiese...
Me encantó..espero más..
Un placer de nuevo